En la cuerda floja.
Feria y Fiestas populares de Lora del Río. 365 días del año
esperándolas. Ni semana santa, ni navidad, ni cualquier otra celebración. Nada
se iguala a la feria.
Tengo 25 años. Y no recuerdo un solo año en el que no haya
pisado el albero.
Bien ataviada, flor, pedientes, collar, peinetas y un buen
abanico. Un traje de flamenca, como buena andaluza. Y nada más, a la calle a
divertirse.
Este año, sin embargo estoy en la cuerda floja. Las
cuestiones que me ocupan actualmente, me dejan las fechas justas y el deber me
ahoga. Es mi feria y me entristece.
Cada año es para mi un lugar de encuentro. De camino a sus
casetas ya vas sintiendo que vas a recibir a los de siempre, a los que como tú
un año más bajan a verte y a que los veas. A ti mi amigo.
No recuerdo una feria triste, por que aún estando con
desanimo nunca me encontré sola y siempre arrancaron sonrisas. Por que me gusta
estar con mi gente en la alameda del río, bailar, beber y agotar las horas que
mi cuerpo aguanta despierto.
Este año que quizás no éste sé que me echarán de menos y
también eso me tiene triste. Pero aún guardo una última carta bajo mi manga, y
espero y sueño cada día con poder jugarla. Sino fuese así, beban a mi salud.
Si aparezco por sorpresa llegaré con una sonrisa tan grande
que podré vivir de ella lejos de mi gente por mucho tiempo.
Cuando el domingo a
son de los fuegos llegué la hora de marcharse, si estuve con vosotros comenzaré
una nueva cuenta atrás, sino, intentaré pensar que no sucedió.
Para mi, mi feria, una parte de mi felicidad. Nos vemos, eso
espero.
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