viernes, 21 de septiembre de 2012

Neuronas amargas desterradas



Madrid – Sevilla, en coche…
La normativa de tráfico dice que hay que parar, que hay que descansar y sobre todo cuando el hambre aprieta, casi seis horas de camino sin probar bocado al menos yo, ni mi compañera las aguantamos.
Gasolinera, y fiambrera (que no tupper) con filetes empanados. Pero surge el antojo, y de repente a mi paladar se le viene el sabor de aquella bollería que quizás era más propia de recreos infantiles que adolescentes pero que… a todos o a la gran mayoría nos encanta.
Un Bollicao, sustituible en caso de que no tengan por donuts… ¡Bollilandia, que bien lo haces!
Evidentemente cuando tu cuerpo te pide algo así,… rara vez no se le da el gusto. Compramos para guardar la línea, uno para dos, es mucho más pequeño que antes y sólo hace falta observarlo un segundo para percatarse de eso.
Lo dividimos y consumimos paradas a una sombra, esta bueno…pero no como antes.
Han cambiado su chocolate, ambas lo sabemos pero no decimos nada, aún está delicioso pero ya no es nuestro Bollicao. Ahora parece un Chipicao, aquel otro bollo de precio mínimamente menor que nuestras madres intentaban que comiésemos para ahorrar unas pesetillas.

De repente, se rompe el silencio, ya no es el de antes, ni esto ni los donuts por mucho que la publicidad se empeñe en que se ha recuperado la receta antigua. Ya no vienen en las bolsas de plástico donde los glaseados se derretían en su justa medida y, ya no cruje el chocolate de los donuts bombón … ya no es esa masa que siempre estaba buena a pesar de ser del día anterior.

Ya no complace paladares ni los hace viajar a los años de la escuela.
Es una pena. Es triste que, cuando una empresa como aquella dedicada a estos bollos, se siente poderosa y líder en el mercado de repente para sacar aún más beneficios, baje la calidad de sus productos. Ahora, ya no capitanea como antes en las estanterías de panaderías y supermercados. En fin, endulzando neuronas me encuentro mientras escribo esto. Y todo, para apartar las amargas.

Para apartar las que me hacen pensar en los rescates, en la excarcelación de Bolinaga, en las caricaturas y vídeos de Mahomas, en las vidas sesgadas al volante, en el fin del verano, en nuestro querido ministro de educación y sus reformas escolares, en las colas del INEM, en la independencia catalana, en los pleitos y juicios que no avanzan, en los jefes abusivos, y los trabajadores conformistas, en enfermedades…

Mmmmm Bollicao…Mucho mejor…Quien no es positivo y pone una sonrisa a la vida es por que no quiere, o por que los Bollicaos ya no son como los de antes!

No hay comentarios:

Publicar un comentario