A las puertas de la final, me atrevo a hacer mi lectura de
un mundial al que sólo puedo calificar así, de primeras, como atípico. O al
menos atípico en sus comienzos.
La gran favorita, la campeona del mundo, la roja, la del
juego bonito, la del tiki taka, la de los jóvenes y no tan jóvenes prodigios
del fútbol en el máximo de sus niveles. La de mi país, España.
Esa selección
ibérica, que apuntaba como la selección que haría un honorable papel en Brasil,
digno de quién defiende y se juega abandonar su trono…por cierto paralelo al
abandono del otro trono español, el de Juanca, quién cómo yo, y buenos
españoles que somos, apoyábamos a morir, aunque…yo nunca fui muy mundialista,
pero, una competición futbolística así significa unión, calle y jarana, pues
ale, a pasear el orgullo español en una de las parcelas que nos queda.
Cuidado, que estoy segura de que todos somos muy rojos,
rojos a balompié se entienda y en dicha competición ya de paso, pero hemos de
admitir que por mucho pecho que saquemos algunas pataditas en el orgullo
español nos está dando esta crisis. Pero no ésta camisa de once varas ni es de
mi talla, ni de mi incumbencia. O más bien no me atañe en éste quehacer de
ahora.
La cuestión es que fui, evidentemente con mi país, y claro,
me quedé sin equipo en menos de lo que canta un gallo, y yo, que soy de a las que en
casa, se les cae el techo encima, me dije alegremente, pues nada, a buscarse un
país sustituto, y me dije, voy a descartar a los que no seguiría por cuestiones
varias. Y así, hice mis descartes. No podía seguir a Holanda, me parecía una
traición a quién nos mató con cinco tiros a pecho descubierto por valientes,
compresible. Me negaba rotundamente a apoyar a Brasil simplemente por la falta
de humildad que demostró en tan sólo su primer partido, Alemania es el de las
patadas fuera del fútbol a España, y mis espinillas me gritaban…”No seas
masoquistaaaaaaaa”… Argentina, jamás será mi equipo, mientras semejante
mamarracho que es Maradona sea argentino, fue un gran futbolista en su día, es
mala imagen actualmente. Francia, no, que nos dopamos. Total, que llegué a la
conclusión, de que era mejor mirar a aquellas selecciones que me caían bien. Y
me decidí entre Chile y Uruguay. A éstas, cayó una, y me quedé con la otra, y
seguidamente cayó la otra…Los grandes caían en la primera ronda…Italia,
Inglaterra, España…
Menudo plan. Vuelta a recapitular…nadie me iba a robar a mí, las ganas de mundial. Costa Rica y Colombia. Y…ya sabéis que pasó.
La cuestión es que a días de la gran final, con Argentina y
Alemania como campeona y subcampeona, he decidido dejar el fútbol estival, en
pro de todo lo que lo rodea.
Hace unos días, en Brasil, un compañero moría haciendo su
trabajo, cubriendo el mundial y la información de Argentina, como argentino que
era. El Topo López colaborador de Diario AS entre otros medios, era envestido
por un coche implicado en una fuga policial.
Hoy, sigo sin querer saber nada del mundial, porque el Topo López, ya no
podrá cubrir la final de la competición, y porque Di Stefano ya se fue y en
España estamos de luto, porque nos volvimos en la primera ronda, y porque a
pesar de todo, y entendiendo que sucesos así pueden ocurrir en cualquier país,
si celebramos acontecimientos de dicha índole en lugares dónde la
proporcionalidad de que suceda es mucho mayor…deja de tener sentido cualquier
lógica que queramos aplicar a un deporte… que existe meramente por
entretenimiento para los seguidores…
Este trágico hecho, es más, tuvo lugar una semana más tarde del que se vivió
en Oliveira y que acabó con la vida de María Soledad
Fernández, periodista argentina e hija del famoso comentarista ‘Tití’
Fernández. Aquél, también fue un accidente de tráfico causado por una colisión con
dos jóvenes que se dieron a la fuga.
Por ello, perdóname Brasil, pero aun no haciéndote culpable,
te pediría que no llorases la humillación de un 7 – 1 que derrumbo las voces en
Maracaná, sino que levantases la cabeza comenzases a replantear cuestiones
verdaderamente importantes.
REORDENA y no desalojes. Sé consciente de tus puntos
débiles, trabájalos, los puntos fuertes no se debilitan, o si? Que tus cinco
estrellas brillen por otras cosas.
España… tú… deja el fútbol y comienza a ponerte hielo en las
espinillas. Que una estrella para nosotros es más de lo que nuestro cielo
hubiese podido imaginar…
Mi más sentido pésame a la familia de un compañero… El
fútbol mundial pierde a un periodista deportivo, o mejor dicho a dos.
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