lunes, 6 de agosto de 2012

A ti que no pudiste vencer las adversidades.


Los que me conocen saben que nunca jamás escondí, ni fui objetiva con el fútbol. Soy del equipo que soy, lo amo, lo siento y nada podrá hacer que no lo tenga presente viviendo en cualquiera que sea el rincón de éste universo llamado mundo.
Pero, hoy, eso da igual, hoy los colores pasan a un segundo plano y poco importa que Miki fuese nuestro Miki, por que hoy, Miki es y será por siempre un ejemplo de lucha sesgado demasiado pronto.
Nos has enseñado que la lucha nunca termina, ni en el terreno de juego ni en la vida. Pero también nos has devuelto a la cruda realidad con un jarro de agua fría.
Nos has recordado que la vida no es justa, y te has marchado quizás a un lugar mejor. Pero, las estrellas estoy segura y confío que sólo pueden seguir un camino, el cielo. Desde ahí seguiremos contigo, con tu fuerza de voluntad, con tu garra, tus ganas de seguir y con cada sonrisa que dejaste aquí para que se hicieran imborrables con tu marcha.
Sencillamente sé que la familia bética hoy, grita un dolor al unísono, que hace eco y se repite por cada aficionado del fútbol español. Que no hay consuelo.
Antonio Puerta, Dani Jarque, y ahora tú. Demasiado castigo en poco tiempo para el deporte. 

Hoy, no tengo ánimos para más, soy una más que se entristece con tu marcha. Mi más sentido pésame a su familia, amigos y a todos los béticos que te adoraron. Pero sobre todo, un saludo Miki. Eterno 26.

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