domingo, 5 de abril de 2015

Aquel Desvelo

Si vas a venir hazlo por la retaguardia mientras me encuentre entretenida por cualquier otra distracción, acércate a mi cuello y solo sugiere tú cercanía. Posa tus manos suavemente en mis caderas y recorre de abajo a arriba mis curvas con las yemas de tus dedos dejando sobre mí un simple halo de ganas que estremezca mis sentidos. No es cuestión de cuanto, ni de duración, sino de efecto y daños irreversibles. Inclínate hacia el lóbulo de mis orejas y no digas nada, aparta los mechones de cabello. Reposa el calor de tu rostro y el arder de tus labios erizaran los vellos de cualquier mortal con algo de vida y pasión en su interior. 
Luego gírame hacia ti de forma brusca. Solo frente a frente se alinean los planetas y las miradas se hacen verdaderas sin posibilidad de fingimientos. Acaríciame el rostro con ternura y desea que toda yo reaccione. Que no haya espacios ni aire, ni mundo alrededor, que no haya palabras superior a un gesto, a veces los silencios gritan más alto y claro. 
Deja la mediocridad a un lado, si es que puedes. Ni me compares, ni me recuerdes, ni apuestes a caballo ganador porque ya no soy ninguna de esas. Soy la misma con más historia y conocimiento de causa por ello, dedícate a rememorar las flaquezas en mis piernas en tu compañía antaño, a construir y crear la exclusividad que se merezcan los centímetros de piel de su recorrido. 
Cuando me tengas de frente, sonríe nervioso, piérdete en dudas y juega cual niño esta vez bajando tus dedos sobre mi pecho, pero no me beses aún, no hasta que todo mi cuerpo este  en pleno rendimiento respondiendo al tuyo, no hasta que la guerra de necesidad de romper  uno contra el otro sea la contienda más  justa e igualada de la historia de la humanidad, donde, jamás resulten vencedores ni tus prisas ni mis restos sedimentados, una lucha donde sólo quedarán cadáveres desnudos de racionalidad y cubiertos de una pasión rota y desgarrada a girones por cada botón que consigas que te permita desabrochar de mi camisa. 
No descuides mi espalda, y merodea mi cinturilla en busca del borde de mis braguitas, por debajo de mi ombligo donde otras deberían sentir mariposas y yo solo pretendo que gusanos no dejen sus capullos y maten a éstas antes de nacer. Donde conmigo es más delicado comenzar prendiendo un fuego y dejando la tierra árida, quizás para cultivar más tarde si las piezas de un puzzle que no encaja la razón, son selladas a quemaduras de locura.
Acude a tu cita con barbas, para mí y para nadie más, no hacen faltas adornos de ninguna clase sólo, una vez más usa tu perfume de siempre, los animales nos comunicamos por los sentidos y el sentido de olor es un poderoso guerrero en las batallas entre la irracionalidad y la sensatez. Ven limpio de prejuicios, juicios y repercusiones, porque no estaré esperando y en el factor sorpresa sobran los segundos de flaqueza. Ven fuerte para que me resista y valiente para resistir. 
Ven inseguro y cargado de la pasión más extrema por superarme y derribar tu inseguridad sincera lejana a proezas de prácticas y fechorías poco recomendables llegados a este nivel de complicidad. 
No nos miremos con amor por que no nos amamos, ni con rabia porque seriamos una vía de escape solamente, mirémonos con ternura, y dejemos el resto de espacio al respeto personal. Comienza ya a besarme el cuello y sube hasta mi boca, rompe esa tensión que se genera, siempre que ocupamos un mismo espacio, destrózala para siempre, por si se nos antoja que esta sea la última vez que nos visitamos, por si de tan cansados de nada, nos aborrecemos. O por si uno de los cuerpos, se muere de frío en el intento de la búsqueda del calor.
No te desconcentres, sólo siente esta historia corta con final escrito, ya no hay nadie y estamos solos. Sin embargo nuestras respiraciones son música, son notas y acordes de descontrol, son fuerza y magia.



viernes, 6 de febrero de 2015

EN PRO de la Fe

En pro de la fe. La mutilación pública es permitida en pro de recuperar la fe de quienes pudiesen estar perdiéndose en el camino que indica la salvación. No había visto imágenes tan crueles nunca. Como en un circo romano, como un gladiador que sabe que los leones podrán con él y va guiado a la muerte. Pero, en pleno siglo XXI. Lo que no tiene límites no es la fe, lo que ha perdido el norte es la razón del ser humano.
Nada justifica la vileza y la saña. La valentía siempre gana a los cobardes que se defienden a base de implantar miedo. El horror no siembra fe, siembra temor. Un temor que genera una creencia nacida del recelo y la aprensión a las represalias. Los valientes desgraciados a los que les toca el sacrificio, unos son asesinados preguntándose él porqué ellos, y otros probablemente sacando el orgullo y la fuerza que ante semejante barbarie pueda seguir en su espíritu.
Pero no hay tiro a sangre fría, ni a bocajarro que iguale un espectáculo similar a este último. No se puede mediatizar, ni narrar de forma tan cínica, al más puro estilo heroico, dónde a sabiendas de un destino final inevitable, ese piloto jordano, supo que toda una familia lo vería morir de la peor de las maneras, agonizando sin remedio, y cual rata inmunda, o peor inclusive. No sé puede permitir. No es que no sea sano, es que no es humano. Todo lo que roce la tecnología con los dedos, todo aquel que no sea capaz de sentir compasión, no es digno de ser de esta especie que se creó un buen día para que hiciese el bien y se corrompió apenas a un minuto después de nacer.
 Todo aquel que pueda quedar indiferente a los quejidos de un ser vivo quemándose ante sus ojos, ese no es digno de llamarse humano, ése, perdónenme pero no llega ni a animal, ni a perro a modo de insulto porque el insulto sería para el perro. Ésos, los que van de valiente y tapan sus caras, ésos sólo son robots. Máquinas de destrucción. O máquinas defectuosas, taradas, que han sufrido una desconexión neuronal y sensorial en el dichoso camino de la salvación. Trastos irrecuperables, que no hacen más que jodernos la vida a los que aún medio funcionamos como para no hacer lo mismo con ellos, en pro de una venganza más que merecida.
Seres imbéciles, que no analizan la historia, ni la evolución de las religiones que mataron hace mucho a los suyos, a sus semejantes, cual guerra por territorios, ahora la hacen llamar guerra santa, y luchan por fe.
Que mi ignorancia me embriague de desconocimiento y que me lleve a razonar sólo las mediocridades de éste mundo, porque para analizar el calado de este nuevo movimiento de ficha, prometo, que no hay ser humano que alcance. Que nos visite la más amarga de las locuras, esa que nos convierte en egoísta cuando por grave que sean las situaciones, si no nos toca bien cerca, nos hace volver la espalda y seguir caminando hacia nuestro ombligo.
Que no me empaquete el mundo en esa clase de individuos que roza casi la justificación del ojo por el ojo, porque si como me temo algunos, en lo más profundo de nosotros devolver la moneda ya no nos parece tan descabellado, si la respuesta del mundo jordano, se nos hace hasta debilucha ante el fin de ese joven piloto, sí que ahorquen, en respuesta a una de esos robots sin alma, nos parece cuanto menos haberle dado un minuto de dignidad en su  muerte, no menos asesinato que la del piloto, entonces….Habremos perdido la batalla, y habrán conseguido que seamos no de la misma hojalata que ellos, sino incluso, de peor calidad y calaña.

La calma y el ejemplo, siempre serán una opción de respuesta, mientras que la solución a tanta incoherencia llega…cual bebé colgado del pico de una cigüeña. No hay derecho, ni justificación para la VIOLENCIA. No lo hay.

domingo, 11 de enero de 2015

Medidas desmedidas


Estoy en desacuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo” Evelyn Beatrice Hall


Hace no mucho, alguien, compañero de profesión y víctima del terrorismo, declaró en entrevista, “Pudisteis mutilarme las manos, pero se olvidaron de cortarme la lengua” Gorka Landaburu.
Y es que da igual con que motivos la radicalidad maté, ofenda o acometa. Da igual si es en pro de la religión o de no sé qué dios. No importa  si es  por una independencia que unos pocos creen defendible mediante la sangre, o por una simple falta de entendimiento, de  humor, o de mano izquierda.
La libertad de unos empieza donde acaba la de otros, si de imposiciones bañamos el mundo en el que convivimos. No hay guerra sin dos atacantes, ni batallas sin caídos. Pero, lo peor de todo esto siempre serán las salpicaduras. Inocentes o gente que hace su trabajo, o personas de tu mismo grupo que piensa que sembrar el terror no es camino. Hay miles de musulmanes no islamistas, no radicales que sufrirán miradas inevitables por el miedo que han sembrado, por un jaque a la libertad de expresión que el mundo ha condenado sin parar a través de las diferentes redes sociales y medios de comunicación.
Salvaguardando mi opinión personal, puedo intentar comprender su ofensa, y ser empática a una reacción de enfado al sector islamista integrista del mundo árabe, pero, la medida es la medida. Jamás vi que un puño se respondiese con una bomba, o que un grito fuese contestado a tiros por gente racional. Y es que si a su altura hemos de ponernos, amigos, mucho me temo que la guerra llegará al siglo XXI a través de guerreros con mentalidad de antaño, y que nuestra actual justicia, no será justa valga la redundancia para vengar tantas muertes a sus espaldas. Quizás un lápiz jamás quite la vida a nadie, quizás dibujos nunca provoquen problemas de índole magnificada, quizás,…la excusa perfecta fue callar con dolor a los valientes que han gritado que no vivirán sometidos.
Al final, a ellos, les da igual morir por su causa, por su dios, y nosotros defendemos con la vida la libertad de la valentía. El rechazo más absoluto a unas cadenas y a que nos impongan temas intocables. Nacimos libres y nos asesinarán libres si así ha de ser.
La libertad de expresión es un bien al que no renunciaremos, y que se lo anoten éstos terroristas, y los otros que ahora gritan al unísono en favor de ésta. Los españolitos de nuestro gobierno, los que hace nada aprobaban la ley mordaza… a ver si recapacitan con cosas así, y de una vez entienden que el ser humano es un animal incontrolable, pasional y temerario inclusive más, si lo acorralan…
A mis compañeros de Charlie Hebdo, por más blasfemia que vuestros dibujos pudiesen representar, y que algunos califican de desafiantes, por peor que fuese vuestro trabajo, y por más que digan que habéis provocado a los bárbaros… Descansad en paz…No hay tinta que plasme un insulto tan grande como para respuesta tan cruel. Sentirse orgullosos allí dónde estéis, porque habéis cargado con vuestra sangre derramada todos nuestros bolígrafos, habéis desatado la guerra de las letras y el arte… que las plumas zumben por la libertad, la igualdad y la fraternidad.


Dice el Corán algo así, “un ataque directo podrá ser contestado por otro de igual magnitud” … Tú su dios… toma una balanza y equilibra lo que han hecho… 

domingo, 16 de noviembre de 2014

Mi norte y mi Sur

                 
La palabra democracia va Más allá de fronteras de, no sé que derecho de ejercer votos, de, no sé qué estado independiente. Va Más allá de un 35 por ciento de población, Más allá de culturas, y de normas y deberes. La palabra democracia ligada a la de la libertad, es y será siempre Más de lo que tú, Arthur,... estás dispuesto a tolerar, porque entender el concepto, estoy segura de que lo entiendes a la perfección, y es Más, de que lo manejas al dedillo, ese dedillo que has alzado para saltarte su verdadero significado, ese significado, que no es otro que ejercer tu voluntad en pro de sentirte tu, dueño de un territorio sobre el que yo, también tengo acciones. Porque es Más, igual, yo no nací allí, pero es mi parte norte, igual que yo soy tu sur. Usemos una metáfora andaluza, de las que a ti no te gustan por venir de otro país y su territorio, más analfabeto, mi tierra, la de mi sentir y parte de esta España nuestra que rechazas. Piensa que esto, es como aquel niño que nace en el seno de una familia desgraciada, no se reconoce en sus padres, imaginémoslos, ladrones, asesinos, impostores, o simplemente malos progenitores. Por más que se empeñé este hijo, sus padres tienen un nexo de unión que jamás podrán romper, por naturaleza, por sangre, vosotros sois península, y no sois tan distintos como os creíais. A la vista está, tus dignos políticos se han embolsado tanto como los nuestros, mangantes de la misma calaña, la española, hablando tu idioma o el mío. Por que, visto que no me entiendes al hablar, doy por hecho de que hablamos dos lenguas distintas.

Más me escuece cuando te empeñas en reírte y desafiar. Más me ofende cuando tus escuelas se convierten en centros que lejos de educar, adoctrinan, complicando el que tus hoy, niños, sean el día de mañana adultos críticos y maduros, capaces de decidir libremente si se unen a tu independencia, o por lo contrario, la rechazan junto a tus coacciones. Esa libertad que tu pides a voces para ti, pero que arrebatas a otro cual tirano, cuando conviertes a nuevas generaciones en terroristas de ideologías, que si bien hoy no son radicales, podrían serlo en un futuro no muy lejano. No eres tan distinto a estados islamistas...observa el trasfondo, o mejor y más gráfico para que me entiendas, llora a tus muertos, esos que el radicalismo de tu vecina comunidad una vez asesinó. ¿Piensas que eres tan diferente? ¿Piensas que todo está bajo tú control? ¿Acaso te sientes dios? Humilde, Más humilde.

Arthur Más, si lo que quieres es protagonismo, ya lo has conseguido, ahora vete con tus cuentos de miedo a otra parte porque, pasarás a la historia como alguien que protagonizó una de las más lamentables faltas de respeto a éste país, y como el más patético de los payasos que acaban sus carreras y que... probablemente implicado en más de una película de terror,  desvió la atención tocando una pianola o una flauta mágica, al son, de la que no tantos como crees danzaron.
Y si te marchas, hazlo ya sin hacer Más ruido, que si votamos todos, como debe ser en un estado democrático, no será irse, será echar, del verbo no te queremos a nuestro lado, del participio castigado, del futuro volverás con la colita entre las patas, y recuerda que el mejor título para tu cortometraje catalán no es otro que...”No habrá paz para los malvados”, tómalo prestado, como nuestro dinero, el que pagó tus deudas, el que nos debes. 

Como los esfuerzos de los andaluces que un día levantaron tu Cataluña amada, como a tus jóvenes muchos nacidos de relaciones mestizas, de padres y madres que se amaron a pesar y por encima de sentimientos territoriales, cuando la unión era no entre iguales, sino entre seres humanos, y ninguno era mejor ni peor que otro, cuando no había egoísmos, ni desafíos, y la lucha era la supervivencia y el crecimiento personal.

Hoy, yo, andaluza que defiende a su tierra por encima de todas las cosas, andaluza que sufre cuando tú catalán nos ofendes sin razones, andaluza que se ha esforzado por salir adelante, por formarse, por ser respetable y respetada, andaluza cansada de oír idioteces y chistes fáciles hacia mis raíces, andaluza de carácter, de clase media y necesidades y caminos precisamente empedrados, andaluza emigrante, andaluza ... y española, tengo que perder mis modales para decirle...Váyase usted a la mierda, y dejé de tocarnos las narices, que más que político parece usted pastor de rebaños, o perro guía de éstos. Porque recuerde y nunca olvide que, al final, el viejo refrán de los abuelos siempre tiene cabida, y es de bien nacido...SER AGRADECIDO, y usted, ...comience como dice su apellido, a sumar Gracias y perdones por sus ofensas, porque son muchas las que debe  a españoles de todos los rincones de la península y más allá.




lunes, 13 de octubre de 2014

Puestos a ser demagogos...

Que lo cortés no quita lo valiente, y que mezclar churros con meninas nunca dio un resultado eficaz, ni viable Que comparar no es bueno y que desconocer circunstancias y hablar por hablar confunde a los que oyen llover …pero no saben dónde.
Ni tanto, ni tan calvo.
Recién leído en redes sociales, algo así como que aquí, entiéndase España como país, condenamos a Teresa Romero, por sus conductas poco prudentes, por cierto por ella, indicadas, frente a su posible infección de ébola, mientras que en EE.UU. a su homogénea casi le dan tratamiento de heroína. Nosotros condenamos a la enfermera contagiada. Directamente hacemos auto crítica, cortamos cuellos y nos sumamos a lo que creemos más justo, que en este caso, es que en España somos gente… cruel, que los medios o el medio que ha destacado los errores de Teresa, es basura, bazofia si me apuras, y que ya bastante tiene ella, con sobrevivir y mantener la esperanza, y mucho de cierto tiene.
Leído en medios  y redes sociales y visto en televisión. EE UU. , al enfermo de ébola fallecido en Dallas, Thomas Eric Duncan, por atravesar la frontera y entrar al país ocultando su exposición al ébola, se manifiesta, si hubiese sobrevivido, estaría acusado de delito contra la sanidad. O algo así, no me pidan el detalle exacto del cargo que no lo recuerdo. Yo también soy de esas que cuando quiero sólo recuerdo lo que me apetece.
Por lo tanto, ¿por qué vara o parámetro juzgamos entonces? ¿Quién está haciendo su trabajo bien?¿ Quienes intentan tener todos los puntos de vista, antes de crucificar, o quienes bajo no sé qué clase de demagogia montan una manifestación para salvar a Excalibur?
Por qué puestos a divagar, Teresa que bajo mi punto de vista habla coartada, que no es aquí el tema, ella, como enfermera, tiene aún más responsabilidad moral y profesional, que aquel  al que en EE.UU. querían culpabilizar por ocultar su exposición al virus, ¿A caso no es lo que hizo Teresa al ir a su ambulatorio con su médico de cabecera?¿ Ocultar y exponer a nuestra demagoga sociedad, y a su perro Excalibur a morir infectados?
En qué quedamos, ¿en cero, o en diez? Y es que los extremos nunca representan a nadie por completo, nunca fueron buenos, y jamás conseguirán recorrer ningún camino. Excalibur era un animal al que se debió someter a pruebas y al mínimo riesgo demostrado, haber sacrificado, ni ciencia ni historias. Si quieren experimentar hay miles de cadáveres en Áfricas que ya no sufren si los abren en canal… se nos olvidan y los relegamos a puestos de mascotas  Ah! Y de todas las edades y sexos, si los desean los científicos, los de África digo.
Pero, Teresa, tiene razones fuera de nuestro control, y a mi parecer muy al control de los de arriba, pero no de los de por encima nuestra, sino de los de por encima de ellos, para negar que sabía perfectamente que su fiebre no era normal, que su metodicidad y limpieza rigurosa a la hora de vivir durante esos días antes de su ingreso, no eran más que su sospecha gritada en silencio tal y como ha manifestado su hermano, de que hubo errores en todo. Un gobierno con protocolos llenos de goteras, dónde ahora más que nunca nadie debe dimitir, que lo hagan cuando hayan sufrido las consecuencias de su incompetencia.  Entonces que se marchen, con soluciones sobre la mesa, y culpas sobre los hombros, que se marchen…
A los demás, sólo decirles que no tengo la verdad absoluta, pero que intento mantenerme en el centro de un tema del que lo único que no consigo entender, es tanto teatro por un perro. Vayan a las perreras, sacrifican en España cada día a miles por no tener quien los adopte. Y preocúpense más igual, de sus vecinos, de los miles de muertos que en África está dejando el ébola, idealicen a esos padres que no tuvieron que llegar nunca a ser tratados a este país de patriotas, pero a los que hay que reconocerles tremenda labor de ayuda, allí donde el campo de batalla no se trata de poner velas a un animal, sino de enterrar a cuerpos sin vida de niños, que no resistieron la contiendan de una enfermedad mortal que se extiende sin miramientos… Y si quieren centrarse en sus ombligos, muy de España también, miren a su alrededor, hay enfermedades raras, enfermedades mortales, hay hambre, hay desesperación, hay incultura, insalubridad… préstense a ayudar para causas con sentido…porque a Excalibur, lo sacrificó Teresa sin ni si quiera saberlo. Y eso es una realidad, como que posiblemente sabiéndose infectada salvo a su marido con toda las precauciones tomadas para ello.

Solo y para acabar invitarlos a una reflexión… o más bien tarea de conciencia… ¿Saben que publicó también EE.UU.? El precio del tratamiento de Thomas Eric Duncan. Ese que hubiese tenido que haber afrontado de haber sobrevivido. La maravilloso y desorbitada cantidad de 500.000 dólares por que le salvasen la vida…En España la salvamos, entre comillas gratis!! Pasen un feliz mes, y si quieren o eligen seguir desviando su atención, como Excalibur ya murió, siempre pueden volver con Cataluña o seguir insistiendo en pedir justicia por el animal…que mola más y queda mejor de cara a la galería. Hace una semanas nadie se tiró a las calles porque se averiguase cuanto antes de dónde venía el brote de legionela que se llevó a unos cuantas personas a la muerte. 

http://www.abc.es/sociedad/20141008/abci-dallas-cargos-criminales-enfermo-201410080502.html

jueves, 28 de agosto de 2014

Días de verano

Aquellos días de verano que el tiempo se llevó.
El sí empezará de nuevo, sí volviera a nacer… si ocurriese haría y daría cada paso tal y como los di. O no.

Ninguno de mis actos cambio nada en mi destino, porque las cosas ocurren siempre como deben suceder, y a veces creemos que podemos cambiarlas, pero la decisión que tomamos, esa que nos da tanto dolor de cabeza, que a veces nos parte en dos, que sabemos que marcará un camino u otro, que dará comienzo a nuestra nueva vida, esa decisión que a contracorriente a veces tomamos ésa, esa se llama destino. El hecho de que la tomes, en detrimento de otra es destino.

Siempre fue mejor, pensar que los futuros se cruzarán si así debe de ocurrir, que mirar al pasado, y pensar que, todo pudo ser de otro modo. Cerrar puertas, es clave.

Nadie será así de particular para ti, nadie más lo será para mí. No de ese modo. Cada historia es un episodio diferente y que miramos con ojos distintos. Pero muy pocos lo serán así de especiales, y  cargados de tanto amor, tanta rabia, tanta pasión y tanta desventura.

Tuve ganas de leer cuán de personal fue, sólo porque nos cruzamos en una circunstancia extraña, tuve ganas de sentirme y refugiarme en aquella chica particular, pero nunca di con tu descripción.  Nunca encontré la definición y el significado, de aquella muchacha que una vez fui. Creo que tú sí, siempre la encuentras, y la sigues mirando con ternura. No puedes evitarlo, supongo que yo, aún sin encontrarme tampoco. Ese loco que tú eras, con todas tus ganas de comerte el mundo y con tanta energía por gastar.

Te vi feliz y me encantó.

La otra vez no tuve curiosidad, y está vez me pudo. Así somos, ¿no? Así nos han formado a ambos. Es muy nuestro el querer saber. Intrínseco, va por debajo de nuestra piel, bombeando y acompañando a nuestra sangre, en nuestras propias venas.

Sólo me quedó de ti, la sensación de que pensaste que no fui fuerte para intentarte, y créeme fui la más fuerte del mundo para apartarte, casi me ahogo en mis propias lágrimas. Y cuando se calmó el dolor del pecho…cuando llegó la calma después de la tormenta…ahí… ahí yo ya era un náufrago perdido en la isla desierta del frío y la dureza.

A pesar de todo, el capítulo que escribiste en mi camino, irremediablemente podría ser uno de esos relatos cortos maravillosos… por que los finales tristes, erizan la piel casi más que los bonitos.

GRACIAS

P.D: Aquí te devuelvo mi post…mejor tarde que nunca. Léelo, sonríe y olvídalo, no tiene segundas intenciones.



miércoles, 27 de agosto de 2014

Hubo una guerra en la antiguedad

Hubo una guerra en la antigüedad.  Perdida por que nunca se luchó, y luchada porque nunca se perdió.

Hubo una guerra y los heridos nunca se curaron. Convirtieron sus rasguños en cicatrices, y dejaron nacer piel nueva dónde, las balas, de tanto daño, habían perforado la antigua.

Creyeron sanar, porque no había sangre, y porque sus vidas estaban a salvo. Pero en esa guerra, las heridas del alma, nunca aplacan. Siguen vivas, por más que se empeñaron en despellejarse y cambiarse el vestido cutáneo adornado por cuantos ataques les sorprendieron y debilitaron en aquella contienda. Porque las batallas del corazón, no se olvidan… sólo pasan, cuando de tan intenso que duele, al contrario que en la vida real, cuando duele a rabiar, casi al borde de la pérdida del conocimiento, ahí, cuando en una situación normal, te volverías loco, en las batallas del alma…en esas que libraron aquellos valientes de antaño,… de repente, en el abismo, ves que rendirse quizás no es lo justo, ni lo que deseas, ni lo que debes hacer, pero sientes que es lo único que te salva. O al menos,… te refugia, y te da una guarida donde fortalecerte de nuevo para una nueva guerra, o quizás, la misma en otra etapa.

Ellos no fueron conscientes de que ambos bandos… fueron superados por el dolor, y abandonaron las armas en pro de una oportunidad, en pro de mantenerse cuerdos, enteros, racionales… pero sus mentes, y sus pechos, los cuales no fueron alcanzados por proyectiles ni golpes, esos… estarían heridos y en guerra ya de por vida.

Nunca jamás serían capaces de amar después de conocer lo que sintieron cuando se hiere al prójimo, por más enemigo que sea… todos los hombres fueron una vez, respetables por cualquier otro. Cuando disparaban a matar, sin pensar que con aquella vida que eliminaban también morían ellos un poco,… cuando se les iban soplos de aliento, que ellos mismos dejaban escapar con cada explosión de furia y rabia incontrolada, con cada defensa  ganada que arrebataban al bando contrario, que no eran otros, que quienes una vez rieron y amaron junto a ellos.


La crueldad de luchar contra quienes amaban les dejó inservible una buena parte de sus corazones, y ahora sólo amarían a medias, o distinto. Ya no sería de una manera limpia y pura como el amor dicta, ya el odio y la traición, a pesar de haber dado paso al perdón en aquella batalla … no dejó lugar para la cura. No había antídoto para ellos, y aun así creyeron sanar.