He intentado
buscar un adjetivo más cruel, más duro, pero la verdad, creo que finalmente el
más adecuado es pena, porque, sólo esta palabra rebosa verdaderamente
lamentabilidad, y valga la redundancia ella misma, pena.
Es lo que
siento cuando miro a mi alrededor, cuando acompañada de mi gente, de mis
amigos, de esas personas con las que sales a la calle a reír, a disfrutar de tu
ocio, de tu tiempo libre, de tus ganas de vida a pesar de las dificultades que
este mundo nos impone, a pesar de las adversidades que a los jóvenes también
nos acontecen.
Es lo que
siento junto a ellos compartido, cada día, cada fin de semana cuando … mi
querida Lora del Río se engalana de nada. Ofrece mi pueblo, unas alternativas
de ocio que nos llenan de plenitud y nos invitan a quedarnos. A hablar
maravillas de él y a sentir orgullo de todo y de nada. Cuando, paseas por
calles vacías de júbilo, de gente danzando, de alegría y de juventud
definitivamente.
Cuando deja
de existir la posibilidad de tomarse en una terraza un refresco, una copa, y
sentarse a pasar una noche agradable. Cuando sabes que es desde dentro mismo,
desde donde nos limitan y aun así, se nos pide que hablemos bien de nuestro
pueblo, que si no le haremos daño a su imagen, es cuando, literalmente
comienzan a inflarte las narices.
¿Qué ha
cambiado para que hayamos dado pasos atrás como tortugas? Recuerdo y me enfurece más aún chiringuitos
referencia en la comarca donde eran vecinos de otros pueblos los que venían a
buscar alternativas de diversión. Recuerdo facilidades para empresarios, y
momentos que me llenan mi mochila de experiencias de una Lora que merecía la
pena. Hoy cuando intento seguir llenando dicha bolsa… apenas puedo poner la
compañía, y mis ratos fuera que comienzan a ser geniales e interesantes. A
veces, cuando conducimos a altas horas de la madrugada para poder divertirnos y
buscar lo que aquí ni hay, ni se preocupan en darnos, he llegado a pensar quien
sería el justo culpable si alguno de mis amigos se quedase en una de esas
carreteras una de esas noches, quién sería aquel que debería pagar por el
peligro al que nos exponemos y por las pérdidas emocionales…
Pero, es que
si apuramos más, y somos egoístas, económicamente es igualmente un retraso porque
me dejo mi dinero fuera, cuando hay mucha gente dispuesta a trabajar y ganar
las tres perras que podemos ofrecer y así retroalimentar este pueblo que
perdónenme se me antoja ya PATÉTICO, por no decir de mierda, y voy a escribirlo
en minúscula para no provocar demasiado revuelo con mis malas ganas y mi mal
hablar.
A mi poco me
importa si somos de derecha o de izquierda, a mí me importa poder decir a mis
amigos de Villaverde, de Burguillos, de Rosales, de Sevilla, si venid a LORA,
que vamos a salir de fiesta… y no tener que agachar la cabeza y decir no… mejor
voy yo, allí no hay nada y vivo en un pueblo de zombis.
A mí me
importa, arreglarme un sábado para estar en la calle hasta las seis de la
mañana, no para volverme a las dos. A mí me importa bailar y hacer ruido ¿por
qué no? Como toda la vida.
¿Somos ahora
más susceptibles que nunca? ¿Es ese el problema? No aguantamos decibelios de
más, no aguantamos jóvenes con copas de más, una pelea nos parece un mundo… no
digo que sea normal pero ¿acaso no es lo que ha ocurrido toda la vida?
En fin,
siento un tedio y una desgana que ni si quiera me inspira a expresarme como
debiese.
Júzguenme
ahora si es necesario, creo que tendré más adeptos que detractores, porque
llegados a este punto en el cual hasta mis mayores me invita a que cojamos
cacerolas diariamente y nos manifestemos en la puerta del ayuntamiento…hasta
que se nos den solución… como si fuesen a hacerlo… YO NO VOTO MÁS, total
siempre es lo mismo y ya voy por 26 añazos, creo que con 15 me lo pasaba mejor.
PD:
Pérdidas… Fiestas de navidad, chiringuitos, discotecas, pubs, botellona (en
detrimento), romerías vs tradiciones cada vez a peor, verbenas (no se acercan
si quiera a lo que eran), … y dar gracias a que yo soy relativamente joven.
VIVA LORA
DEL RIO!
Como dice mi amiga Chari...Corazón de la Vega... o corazón de geriátrico...
amén!
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo.
ResponderEliminarMás sencillo que esto hay pocas cosas.
ResponderEliminar¿Quién vota? Vota "la gente mayor". ¿A quién, pues, hay que mantener contento para que me sigan votando? A "la gente mayor".
Y si a esa "gente mayor" les molesta el ruido a partir de X hora, se lo quito. Todo sea para seguir poniendo la mano a fin de mes, seguir llenando mis arcas y ser el más rico del cementerio. Como si de los Faraones del Valle de los Reyes se tratase.
Que los entierren con todas sus ganancias, y que sea pronto joder, que sea pronto.