“Estoy en desacuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta
la muerte tu derecho a decirlo” Evelyn Beatrice Hall
Hace no mucho, alguien, compañero de profesión y víctima del
terrorismo, declaró en entrevista, “Pudisteis mutilarme las manos, pero se
olvidaron de cortarme la lengua” Gorka Landaburu.
Y es que da igual con que motivos la radicalidad maté,
ofenda o acometa. Da igual si es en pro de la religión o de no sé qué dios. No
importa si es por una independencia que unos pocos creen
defendible mediante la sangre, o por una simple falta de entendimiento, de humor, o de mano izquierda.
La libertad de unos empieza donde acaba la de otros, si de
imposiciones bañamos el mundo en el que convivimos. No hay guerra sin dos atacantes,
ni batallas sin caídos. Pero, lo peor de todo esto siempre serán las
salpicaduras. Inocentes o gente que hace su trabajo, o personas de tu mismo
grupo que piensa que sembrar el terror no es camino. Hay miles de musulmanes no
islamistas, no radicales que sufrirán miradas inevitables por el miedo que han
sembrado, por un jaque a la libertad de expresión que el mundo ha condenado sin
parar a través de las diferentes redes sociales y medios de comunicación.
Salvaguardando mi opinión personal, puedo intentar
comprender su ofensa, y ser empática a una reacción de enfado al sector
islamista integrista del mundo árabe, pero, la medida es la medida. Jamás vi
que un puño se respondiese con una bomba, o que un grito fuese contestado a
tiros por gente racional. Y es que si a su altura hemos de ponernos, amigos,
mucho me temo que la guerra llegará al siglo XXI a través de guerreros con
mentalidad de antaño, y que nuestra actual justicia, no será justa valga la
redundancia para vengar tantas muertes a sus espaldas. Quizás un lápiz jamás
quite la vida a nadie, quizás dibujos nunca provoquen problemas de índole
magnificada, quizás,…la excusa perfecta fue callar con dolor a los valientes
que han gritado que no vivirán sometidos.
Al final, a ellos, les da igual morir por su causa, por su
dios, y nosotros defendemos con la vida la libertad de la valentía. El rechazo
más absoluto a unas cadenas y a que nos impongan temas intocables. Nacimos
libres y nos asesinarán libres si así ha de ser.
La libertad de expresión es un bien al que no renunciaremos,
y que se lo anoten éstos terroristas, y los otros que ahora gritan al unísono
en favor de ésta. Los españolitos de nuestro gobierno, los que hace nada
aprobaban la ley mordaza… a ver si recapacitan con cosas así, y de una vez entienden
que el ser humano es un animal incontrolable, pasional y temerario inclusive
más, si lo acorralan…
A mis compañeros de Charlie Hebdo, por más blasfemia que
vuestros dibujos pudiesen representar, y que algunos califican de desafiantes,
por peor que fuese vuestro trabajo, y por más que digan que habéis provocado a
los bárbaros… Descansad en paz…No hay tinta que plasme un insulto tan grande
como para respuesta tan cruel. Sentirse orgullosos allí dónde estéis, porque
habéis cargado con vuestra sangre derramada todos nuestros bolígrafos, habéis
desatado la guerra de las letras y el arte… que las plumas zumben por la
libertad, la igualdad y la fraternidad.
Dice el Corán algo así, “un ataque directo podrá ser
contestado por otro de igual magnitud” … Tú su dios… toma una balanza y
equilibra lo que han hecho…