Nadie puede decidir por ti.
Tú y sólo tú eres el dueño de tu felicidad y tus sueños. Tú
eres quién los lucha y las circunstancias sólo ocasionan vicisitudes, el camino
sólo coloca piedras en algunos casos que sortear en otros que saltar
directamente.
Tú controlas tú ilusión y tus ganas de rendirte o de seguir
adelante sin pensar en lo que salió mal, la primera, la segunda y hasta la
tercera vez, que es cuando se supone que va la vencida.
La suerte es sólo un mito creado para algunos. Y, quizás sí
que se alineen los astros para que ciertos privilegiados estén en el lugar
adecuado en el momento adecuado, igual sí que
hay un dios que a unos ayuda y a otros abandona, según no sé qué ley del
cielo, pero no podemos esperar nuestro turno mientras el tiempo pasa a nuestro
alrededor.
Nadie más que nosotros somos responsables de la vida que
hemos escogido y de nuestras
equivocaciones. Sólo la naturaleza puede jugar en nuestra contra y aun
así, si verdaderamente quieres, no tienes por qué abandonar, siempre hay un fin,
y llega hasta que ya tus fuerzas mermen.
Ella, se ha limitado toda su vida a vivir tal y como ha
venido. Sin ni si quiera darse cuenta ni preguntarse si era lo que deseaba. Sus
miedos siempre han impedido que soñase y sus comodidades le han dado las satisfacciones
justas para que el paso de los días la llevase a la que es hoy y no siente.
Quejarse, envidiar sanamente y dudar cada gesto son sus leyes y filosofía de
vida. Hay sonrisas dibujadas pero inseguras, hay momentos que la llenan pero no
los suficientes y es que no siempre los pasos escogidos son los que daríamos si
pudiésemos volver atrás.
Mirar la vida de otros, quienes por desafiar más no son más
felices, o les va mejor, observar cuantas veces se intentó llegar y conseguir
una meta y pensar yo nunca lo hice no es la solución más que para acabar
internada con seguramente depresión.
No puede ella ver sólo su desgracia. No puede verla y no
remediarla, si es así, no tiene más que lo que se merece. Fácil es abandonarse
al destino, y jugar a los ¿Y si?...
¿Por qué, y si hubiese sido mucho peor de lo que tiene?
Hace unos días, ella me dijo, tú has luchado y luchas por lo
que crees que quieres tener en tu vida, yo no he movido un solo dedo.
En cierta medida tenía razón, pero, yo he conseguido medio
camino aún, nada tengo, y soy una desobediente que pagará tantas locuras e idas
y venidas, estoy segura. Llegaré porque no hay quien me gane a perseverante
o morirá mi perseverancia conmigo y no
tendré absolutamente nada. ¿Me envidiarás entonces porque mis…” y si”… estarán
contestados?
Cuando unos sueños se alcanzan hay que marcar otros, vivir
sin metas es algo que el ser humano no contempla, y las opciones son
elecciones, por lo cual siempre habrá una descartada. Deja de preguntarte como
pudo haber sido y si la escogida no es la que más te convence, cambia de rumbo
o trabaja. Trabaja por convertirla en la que verdaderamente quieres.
Moraleja,
Me dijeron que no podía beber y de vez en cuando me tomo
unas copas, me dijeron hace nada que el sol me estaba prohibido sin protección
total y yo me la pongo del treinta, me dijeron que no abusará de tacones y cada
fin de semana me subo a ellos cual tiempo pasado Me pidieron no abusar de mis
pulmones y corro cada mañana una hora sin descanso. Me dijeron tantas cosas que
limitaban mi felicidad y mis sueños que hasta que pierda el miedo a las alturas
desafío en cotas menores, quizás pronto pague consecuencias por ello pero, fui
feliz.
Nadie va venir a tu puerta para enseñarte un mundo
maravilloso.