martes, 27 de noviembre de 2012

La filosofía del... que bien vives...


Las redes sociales han saciado en gran parte nuestras ganas de saber. 
La vida de los demás por naturaleza nos importa. 
De aquellas vivencias ajenas copiamos a nuestra manera las cosas que realmente nos mueven por dentro y nos gustan, y junto a éstas cosas y a las que creamos por iniciativa propia componemos nuestros momentos más felices, los que montamos de modo persecutorio y obsesivo para perseguir y cumplir metas y sueños.
Esto digamos, que sería todo elevado al máximo nivel, pero, ¿Qué hay del día a día?
Esos ratos, que planteamos y a veces ni si quiera planeamos. Esas risas un lunes, un jueves a cualquier hora del día, con conocidos o desconocidos, esos momentos que solemos grabar mediante procesos químicos que derivan en fotografías y que nos sirven para recordar, para sonreír y dar la vuelta al tiempo, casi trasladándote al instante que observas, con todas sus circunstancias, casi hasta recibiendo el aroma que rondaba.
Estas ocasiones que son las que montan nuestros perfiles, y que llaman a otros a  comentar el ya conocido “Que bien vives”. Esas tres palabras que a veces dan rabia oír, y otras, bien sopesadas te hacen sentir que existes.
Tú que vives bien y que exprimes cada momento, tú que luchas y que persigues tus sueños, que no cambias por dormir unas risas con amigos, ni descansas lo necesario por que sientes que perderías un tiempo precioso. Tú que con o sin miedos te embarcas en proyectos, viajas, conoces rincones, tú que no das prioridad al trabajo, sino al ocio, a la emoción, a las aventuras, a las historias, a las ilusiones, a las personas… Tú que respetas a los que no lo hacen aún sabiendo lo que se pierden…Tú que respetas pero no entiendes, tú que tienes suerte de haber escogido el camino más interesante…No es necesario cruzar el charco, ni si quiera salir de un perímetro pequeño, no es necesario tener un tesoro ni ahorrar durante años para luego acabar gastándolo en el camino cayendo todo en saco roto.
Basta con querer, con vivir, y dejar de mirar lo que hacen los demás desde la perspectiva del “Que bien te lo montas”, y comenzar a buscar el como quiero que sean mis minutos, que quiero enmarcar el día de mañana en el álbum de mi memoria.
Por que no todo lo enseñan los libros, ni todos los ojos ven lo mismo en una imagen. Por que la compañía da forma a las vivencias, y un mismo lugar según con quien, dará lugar a cuentos de hadas distintos. Y, lo más importante de todo es que basta… con ponerle ganas, o usar la palabra clave. ILUSIÓN el motor y combustible de todo.

De nada vale quedarse quieto esperando que caigan del cielo billetes de quinientos euros o viajes gratis a las Maldivas… ni si quiera nunca ha llovido el famoso café en el campo. Los esfuerzos siempre son recompensados.

Si, gracias. Visto así, VIVO BIEN. Éstas en lo cierto.
Un amigo suele decir, "Sé fuerte, no te rindas"...y a mi se me grabó en un rinconcito de mi memoria y ahí sigue...dándome lecciones cuando me siento cansada... 
Un beso para ti canalla!

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