sábado, 3 de diciembre de 2011

Bailar...


Hoy me levanté con ganas de bailar.
Bailar no de cualquier manera.
Quiero bailar descalza, sobre el frío suelo, y sentirlo.
Quiero bailar descalza y a poder ser sin música.
Bailar el silencio. Pero, para bailar el silencio necesito bailar con alguien.

Quiero que me pises al bailar y que al ir descalza duela.
Quiero que en el silencio, sólo bailemos al ritmo de nuestras respiraciones.
Como mucho sonido más, añadir nuestros latidos.
Quiero bailar hoy, me levanté con más ganas que nunca.

En la calle, en casa, vestidos o desnudos.
Pero en SILENCIO.
A veces sobran palabras.
Las miradas también pueden ser poesía.
Las miradas también tienen un ritmo, el cual bailar.

Quiero bailar y aún no se si acabaré haciéndolo.
Pero si no bailo hoy, quizás mañana ya no me apetezca.
Fusionar el cuerpo con la nada, con un simple balanceo.
O con tu cuerpo si bailas conmigo.

¿Quieres bailar conmigo el silencio?
No se, dónde acabaran nuestros pasos de danza.
Pero si bailas conmigo también debes hacerlo a pie desprovisto.
Sintiendo los gestos y el cosquilleo de nuestras pieles erizadas.
Por que, bailar sin melodía se siente o no.
Pero, no se puede bailar a medias, o bailas, o no vengas.

También se bailan los aromas.
Se bailan los rostros,
Se bailan los gestos y los guiños.
Se bailan las palabras calladas.
Si no sabes bailar algo, yo te guío.

No hace falta que me digas si bailas,
Si lo haces, te estaré esperando. Hoy.